Mi Poesía

Se abrió el Seto y me liberó de la maldad del corazón. Llegó el aire cálido y me protegió de malas intesiones. No eran las personas en sí, era su ego hablando, era su tristeza dando vueltas encima de su cabeza y no sabían donde ponerla, y apareció este agregado de partes, que se llama, yo, en esta dimensión y absorvió toda esa loca espiral por el ombligo para llevarla hasta el centro de la tierra y desaparecerla dentro del sonido. No era nadie al final, porque todo era vacío. No habían matanzas en el Tíbet porque tampoco los traidores asesinos existían.


GITANO

Esta es una vieja historia,
aquella que se guarda en la memoria,
de hechizos, conjuros y magia,
de poesía y del alma.

Lejos de tiempo y espacio
en un pueblo escondido en el desierto
con luces fugaces de plata,
de oro, de duendes y hadas.

La paz habitaba en el pueblo,
sin más, algún ladronzuelo reía,
más su serenidad abundaba
en los rincones que el Rey protegía.

Vivía en las tierras benditas
un gitano proveniente del cielo,
de la noche y del día,
del aire y del polvo del suelo.

Un gitano ardiente de luz y energía,
con ojos himnotizantes veía,
al igual con su sonrisa lo hacía.

De astucia y encanto sobrevivía,
más con sus dedos podía,
conjurar a la luna
y bajar sus rayos, atándolos,
a bellas conchas marinas.

Era un gitano encantado,
que de piedras los dientes tenía,
de cuarzos transparentes, luminosos
de perlas blancas, cristalinas.

Bendito caminante, andante sin destino,
viajero interminable de senderos desérticos y fríos,
que refugias tu energía en la guitarra,
buscando tu lugar para abrazarla,
volando libre como una gaviota sobre el agua.

Y así, siguiendo el camino,
marchando hacia lo desconocido,
has llegado al lugar indicado;
regresar no te sería permitido,
pues en el gran libro ya estaba escrito,
que tu rumbo estaba sellado
con la ley del Creador Divino

La enorme muralla has cruzado,
de dos fronteras unidas;
has pasado la barrera hacia una nueva tierra
que cambiará el transcurso de tu vida.

El pueblo te recibió con firmeza
y entre los pobres tu nombre se imponía,
alegrabas a viejos y niños,
cuando las cuerdan vibraban
al acariciar melodías.

Hombre querido en el pueblo,
aunque a veces acusado,
de espíritu noble y tu sangre,
de perseguidos antepasados,
y tu corazón tierno y fuerte,
siempre luchando por lo deseado.

Allá en la cumbre del monte,
en donde sale el sol del Universo,
se encuentra el castillo del reino,
gigante, misterioso, sagrado, inmenso.
En donde estan los miles de sirvientes,
que visten a las risueñas doncellas,
disfrazadas con preciosos mantos, collares, anillos, pulseras
y las mejores fragancias, exquicitas prendas.

Cruzar ese límite puedes,
más has de tener cuidado,
de tantas falsas mujeres
que te seducen con su belleza inmensa
más por dentro son arpías,
serpientes malvadas, sin encanto.

Así pues la gran muralla has pasado,
y al castillo has entrado,
buscando algunos diamantes, zafiros, topacios
a cambio de tu fantástica música,
de notas místicas, mágicas.

Y sin permiso de algún caballero del reino,
has llegado hasta el centro del palacio,
y sólo sintiendo las cuerdas, con tus ojos cerrados,
entonas tu poesía, de hadas únicas en la tierra,
de duendes, de armoniosas escalas...
que evocan a la India Milenaria.

¡Qué silencio has provocado!
tu, gitano extrovertido.
qué sólo miradas regalas
junto a la voces del sonido.

Y nobles, amos, sirvientes, mozas
sin suspiros se han quedado,
sus rostros impresionados,
pues cada tono ha penetrado
en las venas, los corazones, los labios.

Allá, en la torre más alta del palacio,
en donde termina el silencio
y comienza la soledad...
se encuentra atrapada una princesa
que añora su libertad.

En un cuarto estaba encerrada,
la delicada y pequeña doncella,
deseaba encontrar su camino,
su alma vivía inquieta
más su razón le fijaba
salir a buscar lo desconocido.

Y desde arriba en su cuarto,
en los más oscuro de su albedrío,
quedó callada un instante,
al escuchar el sonido,
cuando el gitano tocaba su guitarra,
con pasión y delirio.

Forzar la puerta trató,
para huir rápido de su destino
y llegar a donde estaba el gitano,
aquel tesoro escondido.

Después de horas, de días,
de tratar abir su atadura,
logró con tanta ligereza
romper la la cerradura gruesa,
pero ya el gitano, habíase ido.

Ya el viajero de regreso al pueblo,
aclamado por todos volvió,
pero su sorpresa fue mayor
cuando a la bruja vieja encontró.

Ella viviá en otro pueblo,
pero de su tierra renunció,
pues a los gitanos buscados,
la tiniebla en sus viviendas rondó.

Así que emigró hacia el norte,
y ahora se encuentra en tu camino
y sabios consejos te dijo
la bruja, a la orilla del monte:

-Allá, en esa torre lejana,
donde puedes aclarar los sentidos
se encuentra atrapada una moza,
que necesita ser liberada.

Llegar a su lecho tu debes,
y sacarla de su guarida,
pero con precaución arrímate a su ventana
antes que amanezca el día.

De los guardianes ten cuidado,
la amargada señora la vigila,
los reyes han salido del pueblo,
más la sobreprotección la domina.

Así pues te doy esta alfombra,
para que llegues hasta ahí arriba,
y la ayudes a escaparse,
a la dulce princesita,
pero, apresúrate gitano,
antes de que no tenga salida.-

Terminó de hablar la bruja,
y el gitano se encaminó,
a rescatar a la princesa
en el reino del dolor.

Su guitarra iba tocando
cuando a la cúspido del castillo llegó,
y sólo miradas cruzaron
aquellos hijos de Dios.

Por quince días seguidos
el caminante a la princesita visitó,
y como nadie subía a cuidarla,
junto a ella se quedó.

Hablaron de historias lejanas,
el joven su creación entonó,
pasaron horas en siglos,
y en la princesita el amor despertó.

Con duendes y gnomos soñaron,
y el rocío junto los despertó,
y aun curazo que llevaba en el pecho,
obsequio del hermoso gitano,
la princesa un deseo pidió.

Llegó entonces la luna llena,
y en agua y sal se entregaron,
y fueron un sólo ser,
en espíritu, cuerpo y alma;
y fueron un sólo ser,
hasta que los sorprendiera la mañana.

Bajaron del cielo estrellas,
y una a una las guardaron,
para que fuerza en el viaje les diera
y los llenara de paz y resguardo.

Al fin el cuarzo poderoso,
al anhelo a la doncella le cumplió,
quedarse al lado del gitano,
hasta que terminara el corazón.

Y hacia la luna partieron,
el gitano y la princesa,
en una alfombra mágica,
unidos en alma y cuerpo
viviendo su amor eterno;
amaneciendo partieron
volando entre las estrellas,
tan brillantes y viejas
como este hermoso cuento.

Martha E Sánchez
1995


 





Desesperación (la huída de la princesa y el gitano)

A una piedra conjuré el hechizo
de estar contigo por la eternidad,
ya no importa si en vida o luego de la muerte.
A una piedra cargada de rayos de luna,
de agua y de sal,
le pedí el deseo de volar juntos,
y de ser parte de tus alas.

Quize ser sangre de tu sangre,
un pedazo de tu piel.

Veo a la inmensidad y parece imposible,
que con tantos cuerpos azules
podamos existir tu y yo,
pero somos, y así, nos marcharemos;
porque ni cadenas herrumbradas, atadas a mi cuerpo,
impedirán que el destino siga su rumbo.
Porque ni pañuelos amarrados en mi boca,
impedirán que deje de gritar
qué me iré contigo,
sólo las cadenas de nuestras almas, que nos unen,
sobrevivirán.

Pido auxilio, necesito salir de aquí,
y encontrarte en la pureza de la vida
en lo simple, en lo eterno.

Caballeros armados de música y colores,
triunfarán sobre militares de hierro.

Ven, aquí estoy, encerrada,
siento como la locura comienza a poseer
cada célula que anda entre mis venas,
y corre por mi cuerpo...necesito calma,
salir de aquí.

No has venido todavía,
¿Qué pasa?

Te siento llegar,
¡Vamos gitano! saca de tus dedos mágicos
una melodía que me deje salir
y conjurar a la luna otra vez.

Hoy es luna llena,
el cielo se ilumina en su grandeza,
vámanos antes de que amanezca,
para que no encuentren ni mi sombra. 


PARA LOS MUSICOS VIAJEROS

Los músicos de hoy, me recuerdan a los gitanos
que caminan por el planeta,
siempre atentos a partir
sin importar a donde ir,
abrazando al mundo,
y convirtiéndolo en su hogar,
sin fronteras que atravezar
sólo llevando sonidos para meditar.

Los músicos de hoy me recuerdan a los hospitales espirituales,
sin darse cuenta, se convierten en enfermeros y doctores
de las almas que se apasionan con sus canciones,
y las utilizan como el fondo musical de su propia película.

También se asemejan a los pescadores,
que dejan familias enteras por ir a trabajar por la vida,
abordando sus ideales,
y se entregan a su mar de aplausos,
apasionados por el oleaje de maravillas
que trae andar de puerto en puerto, de tablado en tablado.

Se asemejan también al circo,
con un espectáculo cargado de magia
pero que desaparece tan rápido
que dejan a su público con ganas de más y más.

Los múiscos se parecen a las estrellas,
que brillan y alumbran, pero hay miles de ellas.

La música en mi alma vive, y de esto se alimenta.


 Para el Caminante del Bosque (de mi bosque interior)

Te siento ave...
ave migratoria, que se va,
que respira en mi oído y se aleja.
Te siento aire,
que acaricia mi cabello
y mi cara, y mis ojos;
aire que me envuelve
que me viste,
aire que me quita los ropajes
y me deja desnuda
en el centro de la nada.
Te siento soledad,
que me busca, que me acosa,
en las noches amarradas
a estrellas luminosas
pero tu ya no estás.
Te siento cárcel,
que limita mis alas
que me impide gritarle
a la amada libertad,
porque las cadenas con que
estoy condenada
son hechas de trozos del alma.
Te siento agua,
como lluvia,
que me empapa de frescura;
como río,
que atravieza entre mis piernas,
su continuo caudal,
y que al final,
al saciarme de ella
vuelve esa sed de sequías,
de horas, de días, de otras vidas.
Te siento sol,
rey de la Tierra
ente indispensable para vivir,
que se transforma en noche
en la escencia de la luna,
en vacío, en polvo cósmico,
en vacuidad.
Te siento aquí, aunque lejano,
pequeño bailarín andante,
que se roba en su escenario,
una lágrima, una mirada,
un beso, un aplauso,
y se lo lleva consigo
para su próxima función.
Te siento así, muy lejos de la Tierra,
como si existiera un planeta
solamente para ti, para mí
para los dos.
Te siento feliz pero tirste,
aunque triste pero feliz,
haciendo caminos,
soplando la brisa,
rayando las nubes de colores brillantes,
rompiendo el silencio.
Te siento aquí, y aquí te veo,
aquí te huelo, aquí te toco.
Aquí, y aunque al vacío lo intento,
aquí también te beso.
Y aunque al recuerdo lo intento ignorar,
cada vez que te pienso,
desato mi mente y la pongo a volar.
Aquí te escucho, riendo a mi lado,
como en el pasado,
y exclamando palabras ausentes
de la realidad,
pero bellas, tiernas.
No sé, es que tu aroma ha penetrado
en mis manos, en mis labios,
y se quedan esperándote.
Y así, como debe ser,
yo me quedo, y tu te vas,
sin desafiar al destino, a la razón de ser,
esperando tal vez una boda de papel,
y aunque sea en sueños te veré,
sí, disfrazado en mis sueños te sentiré,
y nos contaremos aventuras inventadas,
y nos amaremos con miradas,
continuando con la historia comenzada.
Adiós caminante del bosque,
recoge tus piedras y tus flores,
y no dejes que se sequen con el tiempo.
Nunca te detengas caminante,
y no mires hacia atrás cuando
la soledad te quebrante.
Deja que las hojas caigan
cuando tienen que caer,
con el viento, así danzantes,
y detente al observar
la flor menos brillante,
porque ahí, cuando menos lo esperes,
nos volveremos a encontrar.
Entonces, te volveré a sentir...como te siento ahora.


DESDE MI BALCON
Cada noche, ya casi como un mal hábito,
paso por tu lecho y me detengo, volteando hacia arriba
y te observo ahí sentada, mirando hacia afuera,
con la presencia perdida en el horizonte oscuro del cielo,
en donde parece que cuentas estrellas.
Cada noche me detengo a contemplar
la silueta borrosa que se refleja en el vidrio de tu balcón,
delante de esa tenue luz que envuelve tu frágil cuerpo
y me pregunto, ¿Qué estarás pensando?
¿Recordarás los viejos días, anhelarás estar en aquel lugar?
¿Fabricarás alocados sueños para vivir mañana?
Tal vez estés triste, y una lágirma corra por tu mejilla,
quizás no sea así, y la melancolía invada tu alma,
aunque puede ser que estés feliz, sólo mirando hacia el infinito,
dejando volar el tiempo sin preocupación, mientras yo
sigo suponiendo lo que tu necesitas.
Sólo desearía que al hacer señas desde aquí abajo,
lograra llamar un poco tu atención
y recoradaras que aún estoy aquí
ya no sé si vivo o muerto
pero con ganas de volver a hablarte, besarte, tocarte,
y aunque logre desde aquí sólo mirarte, te siento lejana.
Y me quedo horas, sentado en el mismo lugar,
sin hablar, sin oír, sin distraerme,
solamente observándote, aquí, desde lejos,
haciéndome un mundo complicado,
deseando saber qué extrañas fantasías pasarán por tu mente
deseando saber si por lo menos un segundo pensarás en mí.
Y aquí, yo sentada,
con la luz tenue, una con el universo
imagino que estás ahí, sentado,
interrogando a las gotas de rocío,
que nacen en las flores
y viendo hacia mi ventana
sintiendo que me extrañas.


EL SUEÑO
Y te ví a mi lado sonriendo,
nuestro amor era grande y divino,
era tierno y tan bello te digo,
que no cabía explicar el misterio.
Y tus besos llenaban mis labios,
y tus ojos con pasión me acariciaban,
el silencio, que era infinito,
espectador de ese amor, lo presenciaba.
Y tus manos tocaban mi rostro,
con dulzura mi cuerpo tiritaba,
y tus brazos estrechaban mi ser,
y un te amo brotaba del alma.
Pero todo cayó entre tinieblas,
cuando entonces lloré desesperada
al realizar que vivía en un sueño,
al darme cuenta, que despierta yo estaba.


CUANDO VUELO
Cuando estoy...es como si no estuviera.
No escuchan mi risa,
sonora como el canto del jilguero
sino que se vuleve muda,
sin sonido, sin aliento.
Cuando estoy...es como si no estuviera.
Aunque llore como un cántaro lleno,
se seca, como el frío invierno,
mis pasos desapercibidos,
se los lleva el viento.
Cuando vuelo como ave,
y me llevo lejos,
cuando parto tan distante,
que ni me encuentra el tiempo,
recuerdan mi risa, mi llanto, mi cuerpo,
se acuerdan que estuve viva,
y añoran el silencio,
que rondaba en los días,
cuando me encontraba con ellos.
Así es cuando valoran
el castillo que poco a poco fui construyendo.


 HOY QUIZE VOLAR
Hoy quize volar...
quize tratar de olvidar que aún no puedo morir
y debo luchar,
las energías se agotaron,
los sentimientos se extraviaron
y las lágrimas presas,
rompieron mis párpados
hasta que los ojos estallaron.

Hoy quize volar alto en el cielo,
y confundir mi vulnerable cuerpo,
con una nube travieza,
pero los pies se apegaron al suelo,
y enredaderas de profundo dolor
me ataban más y más,
hasta asfixiarme en un suspiro.

Hoy quize volar sin detenerme,
pero por un momento, dudé de mí,
y sentí caerme, desvanecerme,,
al hacerme invisible,
y no poder sostenerme.

Hoy sentí agonía,
mi cuerpo vivía,
más mi alma, lentamente
moría.

Mañana me levantaré,
y volaré muy alto muy alto,
mañana lo intentaré,
creyendo en mi vida,
y haciendo juegos con la brisa.


CARTA DE DESPEDIDA
Esta es la carta de despedida
que aleja mi viva alegría,
y la convierte en tristeza y desdicha
en tormento y en soledad.

Y aquí, desde el oscuro cuarto de mi albedrío,
en donde llorando te escribo
con llanto impregnado de amargura
por esa suave y sangrienta dulzura
que tu amor escarbó en mi pecho sin compasión,
desde lo más profundo del alma,
rasgando con uñas de espadas
se despojan los restos que quedan
de aquel amor que en sus mañanas bellas
con besos me despertó,
y que en sus noches de luna,
cuando el cielo imponía su eternidad infinita,
puso tu pecho en el mío, y nos cobijó.

Y sin pensar mucho te escribo,
y dejo que mi mano siga el ritmo del corazón.
Escribo mi última carta,
dirigida con sangre en mi pluma,
pues cada palabra sin duda,
expresa mi desilusión. 
BOSQUE DESIERTO
Ya el bosque está desierto,
desierto de belleza,
se han secado las hojas de los árboles,
en este invierno que llega.
Ahora plantan flores artificiales,
y quedan arbustos con espinas entre piedras.
Ya la Tierra está pobre
y los pájaros emigraron,
sólo quedan algunos con vida
que viven enjaulados,
esperando que llegue el día
en que puedan volver a volar,
pero ya de viejos, de cansados.
Sobran cimientos, aunque la mayoría,
son restos de concreto,
pedazos mugrientos.
Los nidos están vacíos,
algunas plantas en macetas,
pero aún así,
no sobrevivirán para la primavera.
A pesar de tanta pobreza,
queda en el centro del bosque desierto,
un botón que alegra la tristeza,
una rosa está creciendo,
ojalá esa rosa yo fuera.
Pues muy alto su tallo ha crecido y parece
que no quiere ser prisonera.
Ojalá es rosa, oler yo pudiera,
más mil espinas traspasarían
entre mis dedos y sangrarían con ellas.
Todavía queda una rosa,
la esperanza del bosque es incierta.
El bosque está callado,
su silencio me atormenta,
más no queda salida alguna
de él soy también prisionera. AMARTE
Si el amarte fuera arte,
no habría poesía tan bella, tan sutil
y estremecedora,
que dijera adornada de fantásticas metáforas
que el amarte es más que mi vida.
Si el amarte fuera arte,
no habrían manos que pintaran,
ni Dalí en su esplendor,
los inexistentes colores que le dan
vida a este amor.
Si el amarte fuera arte,
no habrían dedos que tornaran
dimensiones en piedras preciosas,
pues no exisitirá la forma
de expresar este sentimiento.
Si el amarte fuera arte,
ni sonidos perfectos de una melodía,
producirían las mágicas notas
que se forman al pronunciar este amor.
Y es por eso, que el amarte,
es mi arte,
te lo entrego puro, único, porque es mío,
porque tu eres el arte mismo.


ADiós
A Dios
A Dios le ofrezco mi vida
mi servicio devocional, mi Fe.
Adiós...palabra del cielo
que encierra nuestro encuentro.
A Dios, le dedico tus canciones
que me atrapan como a una niña
cuando le cuentas un cuento.
Adiós, gitano apasionado,
soñador, caminante.
Qué Dios Todo Misericordioso,
te ilumine cada día más,
para que tu ruta siga el camino verdadero
mientras bailas por este suelo
y desgarras tu guitarra con tus manos de esmeraldas.
Nunca dejes de soñar, de crear, de amar...
Sólo Dios sabe el exquicito néctar que eres.
Príncipe, Rey de reyes, Hado, Mariposo, Sireno y Vampiro
y hasta payaso, porque eres divertido.
Te regalo un poco de esta magia,
el arte al aprender a amarte
y noches con infinitos fuegos artificiales,
exquicitos dulces y turrón alicante,
polvo de alas de una morphos azul brillante,
bailes del sol,
cantes de duchas,
uvas del César,
y el Tantra para Dios.
Resurecciones a cada instante,
una luna que una nuestros pensamientos,
y un grito unánime hacia la libertad.
La Cenicienta y su cuento,
bailes de siete velos,
mantras benditos,
films de video,
yoga para tu cuerpo que destella brillos dorados,
espejos que reflejan tu hermosa cara,
Paz para tu alma.
Te regalo un cante gitano,
un zapateo en el baño,
y una copa con el caliz de la más pura amistad,
para siempre y por siempre.
La mejor de las concubinas del emperador,
dos oídos para escucharte,
dos ojos para contemplarte,
y oler hasta el más íntimo de tus secretos,
para saborearlos junto a ti.
Adiós caballero de la mesa redonda,
manjar que se deleita una sóla vez...
guerrero que lucha en este campo de incertidumbres
te regalo un recuerdo más
mi ser...
Adiós.........................


LUNA
Hoy la luna se asoma en el cielo,
es de noche, muy de noche.
Es la hora cuando las estrellas fugaces
bailan con el viento
e iluminan la mar.
Hoy la luna se asoma
en un destello de luz
y se embrujan las almas
atando caminos,
uniendo destinos.
Hoy el aire huele distinto
y se abrigan las golondrinas en la plaza
y las flores junto a sus rayos, lucen más hermosas.
Es de noche, muy de noche,
se escucha una guitarra a lo lejos
que anuncia en sus notas
lo que a la luna le puede pasar.
¿A dónde quedó la última gota de magia que tiró la luna con su llanto?
Huye luna, huye de aquí, antes de que la oscuridad
sea tan intensa que no te dejen ver ni las estrellas.
Porque llegó la noche, y nos estamos quedando ciegos,
por eso huye...
para que no logren absorver la inocente energía que queda viva aún,
y las arpías del día, fracasen al intentar sus maldiciones en tu nombre,
oraciones que debiliten la luz profunda que emanas.
Huye luna, no te quedes ahí,
porque el silencio empieza a aturdir corazones
y las tinieblas mantienen abismos, lejanos, subterráneos.


 A MI HERMOSO HIJO
Quiero traducir mi vida en mantras
para que el viento se lleve mi voz por el aire
y esparza ondas magnéticas por donde vaya.
Quiero traducir mi vida en baile
y danzar con energías cósmicas
y agradar al que quiera compartir mi movimiento.
Quiero traducir mi vida en música
y tocar tambores al son de los negros
de los indios guaymíes
y llenar mi guitarra
de notas que lloran y ríen.
Quiero traducir mi vida en color
y pintar lo que veo, lo que siento
y descirfrar la bidimensión de un lienzo
y darle sentido a un papel vacío,
con eso que yo entiendo.
Quiero traducir mi vida en Yoga, en Aikido,
en movimiento, en posturas elegantes,
con el sable que me cuida
con un corte perfecto
a mis errores que se encomiendan.
Quiero traducir mi vida en Paz
y verte hijo mío crecer como la buena cosecha
que se engendró en mi corazón.
Te Amo Sebastián, tu traduces mi dolor
en Amor!

SOLO PRETENDE AMARME

Gitano, gitano del Universo,
mírame a los ojos,
dame tu amor desmedido
cuida de esta Rosa
que es la hija del rocío.

Pretende amarme,
cómo si lo hicieras de veras,
alivia un poco el dolor de mi cante
el grito profundo de mis quimeras.

No dejes que mis pétalos se rompan
y se esparzan con el viento
que mi aroma se vaya con el aire
sin rumbo, bajo la inmensidad de este cielo,
cielo, cielito que nos cubre, a ti y a mí.

Ay! del gitano que no sepa tocar una rosa,
y mucho menos saber apreciar
su forma, color, delicadeza y aroma.

Ay! del gitano que no sepa amar a una rosa,
porque la rosa desaparece, se deshace fácilmente
pasa desapercibida,
y aquel que sea tosco, jamás supo de lo que se perdía.

Dichoso el que se estremece con sólo contemplarla
el que se sacia de los perfumes
que de sus pétalos emana.
Dichosa la mariposa que toma su nectar de ellas
de las rosas, las mujeres, las princesas, las doncellas.


 UN BUEN PENSAMIENTO


Me gusta saber
que me levanto cada mañana
compartiendo un mismo sueño
con personas como yo
que en lugar de destruir
construyen cada día
una historia hermosa
que está llena de manos ansiosas
por dar
y de soñadores que desean
construir un nuevo mundo
por medio de la Paz.

Me gusta saber que soy parte de un grupo
en donde soy totalmente aceptada,
comprendida y amada,
porque al igual que todos,
soy un ser especial
ya que Dios nos mandó con la misión del Dar.

Y saber,
que el día de mañana
podré ver a mis semejantes a los ojos
y podré ver la claridad de la amistad
esa que te levanta de las profundidades
y te devuelve la sonrisa en la cara.

¡Amigos! ¡Gracias!
¡Por compartir un mismo sueño,
¡Solidaricemos nuestros esfuerzos
y ayudemos a nuestra Madre
el Planeta Tierra!

El Planeta evolucionará
así como cada uno de nosotros
lo haga.


MAZUQUISTA AMOR
Parece como una burla irónica de la vida
el que aparezcas otra vez,
en realidad nunca te fuiste,
sólo te escondiste entre las sombras de la noche,
acechando como una serpiente a su presa
esperando el justo momento
en que esta liebre, se cruzara por tu camino de nuevo.
Deboraste mis entrañas
desgarraste mi ilusión,
y al final, la pasión, se disipó entre el recuerdo
y los sentimientos cansados
de tanto alto y bajo.
Y aunque te veo de vez en cuando
en las caras y cuerpos
de los amantes que pasan por mis manos
por la tinta de mi historia
sabes que tu, más que tu,
fuiste el que llevó la plumilla al lienzo.


 AIKIDO

Aikido
Amor, compasión
Corazón Puro.

Limpia mi espíritu
mis sentidos, mi mente.

Aikido
Morihei Ueshiba
eres la montaña firme,
que llena de ríos
fluye como sangre por mis venas.

Aikido
sonido interno
color invisible
dimensiones de la Creación
desconocidas para mis ojos
deseadas para mi alma.

Aikido
Espada de doble filo
la verdad
la sabiduría
la iluminación.

Aikido
Sólo compasión
para trascender
las barreras
de la maliciosidad
y comprender
otra realidad.

En la que todo es claro
y la mente navega
entre círculos
coherentes.

Todo paso tiene una explicación
todo tiene una dirección
todo vocablo emite un sentido
la mirada puede estar en todo lugar
al mismo tiempo
a mi amigo le cuido la espalda
al enemigo compasión.

En el diario entrenar
aprendo
a saber levantarme,
a canalizar el dolor
a tolorer mis errores
a buscar la perfección
Refinamiento del carácter,
silencio, meditación, concentración.

Cuando entro al dojo sagrado
entro a un círculo de luz
en donde habita el espíritu
del Maestro de Maestros: Morihei Ueshiba
y visita nuestro encuentro,
y nos guía por medio
de otro Maestro.

Oh! Gran Morihei Ueshiba
Venerable Maestro Espiritual
¡Qué alumbra mi vida!

Tus enseñanzas las aprenden muchos
tu poder lo conocen tus hijos
Padre espiritual
de niños recién nacidos.

Alimento para mi alma
Misterio
luz potente
por doquier que pasas
eres el medio para enteder
como debo proceder
para encontrar la paz.

Esa que trae felicidad
por consiguiente
Abundancia.

Contemplación del mundo exterior
Conocimiento del interior

¡Gracias!


La vida como una lucha

En esta carretera llamada vida
son algunos los ganadores:
aquellos que mantienen la lucha contra el dolor
y que pasan la fontera del sufrimiento.
Y en este extraño sueño en el que todos los seres humanos
estamos inmersos,
en este mundo material de los sentidos, en donde nuestra alma
se encierra en un cuerpo,
la espada de la justicia
nos permita nunca desfallecer
y mantenernos peleando,
por defender los más nobles ideales,
mientras le damos a la Madre Tierra
los niños que restaurarán el camino que empezamos
en esta dura espera
para ser libres como los pájaros
y nos encontremos unos a los otros
en algún otro planeta
en donde seremos, verdaderos hermanos.




Gitano ( Al Excelentísimo Artista Paco de Lucía) otra versión

Esta es una vieja historia,
aquella que se guarda en la memoria,
de hechizos, conjuros y magia,
de poesía y del alma.

Lejos del tiempo y espacio
en un pueblo escondido en el desierto
de luces fugaces de oro,
de plata, de duendes y hadas.

La paz habitaba en el pueblo,
ciertamente, algún ladronzuelo reía,
más su serenidad abundaba
en los rincones que el Rey protegía.

Vivía en las tierras benditas
un gitano proveniente del cielo,
de la noche y del día,
del aire, del fuego y del polvo del suelo.
Un gitano ardiente de luz y energía,
llamado por todos: Paco de Lucía.

Con ojos himnotizantes veía,
a su lado el amor se sentía;
de su sonrisa, emanaba
la más gloriosa alegría.

De astucia y encanto sobrevivía,
más con sus dedos podía,
conjurar a la luna y bajar sus rayos,
atándolos, a bellas conchas marinas.

Era un gitano tan hermoso,
que de piedras preciosas los dientes tenía,
de esmeraldas transparentes, ópalos luminosos
de perlas blancas, muy finas.

Bendito caminante, andante del destino,
viajero interminable de senderos desérticos y fríos,
que refugias tu pasión en la guitarra,
buscando un lugar para abrazarla,
volando como una gaviota, que sueña libre sobre el agua.

Y así, siguiendo la intuición de tu camino,
marchando a buscar  lo desconocido,
has llegado al lugar indicado;
regresar no te sería permitido,
pues en el gran libro ya estaba escrito,
que tu rumbo estaba sellado
con la ley, del Creador Divino.

La enorme muralla has cruzado,
que divide la frontera sagrada;
entrando a ilusorias dimensiones,
has pasado la barrera hacia una nueva tierra
que cambiará el transcurso de muchas vidas.

El pueblo te recibió con firmeza
y entre los pobres tu nombre se imponía,
animabas a viejos y niños,
cuando las cuerdas vibraban
al acariciar tus sublimes melodías.

Hombre querido en el pueblo,
aunque a veces acusado,
de espíritu noble y tu sangre,
de perseguidos antepasados,
y tu corazón tierno y fuerte,
siempre luchando por lo deseado.

Allá en la cumbre del Monte Meru,
en donde sale el sol del Universo,
se encuentra el castillo del reino,
gigante, misterioso, sublime, inmenso.
En donde viven los miles de sirvientes,
que visten a las esplendorosas doncellas,
disfrazadas con elegantes mantos, collares, anillos, pulseras
perfumadas con exquicitas fragancias, y las mejores ofrendas.

Cruzar ese límite puedes,
más has de tener cuidado,
de tantas falsas mujeres
que te seducen con su belleza inmensa
más por dentro son arpías,
serpientes malvadas, sin encanto.

Así pues la gran muralla has pasado,
y al castillo has entrado,
buscando algunos diamantes, zafiros, granates, topacios
a cambio de tu fantástica música,
de notas místicas, mágicas.

Y en todo tu esplendor, junto a los seres del reino,
has llegado hasta el centro del palacio,
y sólo sintiendo las cuerdas, con tus ojos cerrados,
entonas tu poesía, de sensaciones únicas en la tierra,
de armoniosas y milagrosas escalas...
...que evocan a la India Milenaria, a la Arabia, a Judea
a la Andalucía en España.

¡Qué silencio has provocado!
tu, gitano extrovertido
qué sólo miradas regalas
junto a la voces del sonido.

Y nobles, amos, sirvientes, mozas
sin suspiros se han quedado,
sus rostros impresionados,
pues cada tono ha penetrado
en las venas, los corazones, los labios.

Allá, en la torre más alta del palacio,
en donde termina el silencio
y comienza la soleá,
se encuentra atrapada una princesa
que añora su libertad.

En un cuarto estaba encerrada,
la delicada y pequeña damisela,
deseaba encontrar su camino,
su alma vivía inquieta
y su razón le fijaba
salir a buscar lo desconocido.

Desde arriba en su cuarto,
en los más oscuro de su albedrío,
donde lloraba sin consuelo,
quedó callada un instante,
al escuchar el fandango,
cuando el gitano tocaba su guitarra,
con exaltación y delirio.

Forzar la puerta trató,
para huir rápido de su guarida
y llegar a donde estaba el gitano,
aquel, él, tesoro escondido.

Después de horas y angustias,
al intentar abir su atadura,
logró con tanta ligereza
romper  la cerradura gruesa,
pero ya el gitano, habíase ido.

El viajero, de regreso al pueblo,
lleno de riquezas para su gente,
aclamado por todos volvió,
pero su sorpresa fue mayor
cuando a la bruja vieja encontró.

Ella vivía en otro pueblo,
pero de su tierra renunció,
pues a los gitanos buscados,
la tiniebla en sus viviendas rondó.

Así que emigró hacia el norte,
y ahora se encuentra en tu camino
y sabios consejos te dijo
la bruja, a la orilla del Monte:
-Allá, en esa torre lejana,
donde puedes aclarar los sentidos
se encuentra atrapada una moza,
que necesita ser liberada.
Llegar a su lecho tu debes,
y sacarla de su guarida,
pero con precaución arrímate a su ventana
antes que amanezca el día.
De los guardianes ten cuidado,
la amargada señora la vigila,
los reyes han salido del pueblo,
más la sobreprotección la domina.
Así pues te doy esta alfombra,
para que llegues hasta ahí arriba,
y la ayudes a escaparse,
a la dulce princesita,
pero, apresúrate gitano,
antes de que no tenga salida.-

Terminó de hablar la bruja,
y el gitano se encaminó,
a rescatar a la princesa
en el reino del dolor.

Una bulería  iba tocando
cuando a la cúspide del castillo llegó,
y sólo miradas cruzaron
aquellos hijos de Dios.

Por quince días seguidos
el caminante a la princesita visitó,
y como nadie subía a cuidarla,
junto a ella se quedó.
Hablaron de historias lejanas,
el joven su creación entonó,
pasaron siglos en horas,
y en la princesita el amor despertó.
Con duendes y gnomos soñaron,
y el rocío juntos los despertó,
y a un cuarzo que llevaba en el pecho,
obsequio del hermoso gitano,
la princesa un deseo pidió.

Llegó entonces la luna llena,
y en agua y sal se entregaron,
y fueron un sólo ser,
en espíritu, cuerpo y alma;
y fueron un sólo ser,
hasta que los sorprendiera la mañana.

Bajaron del cielo estrellas,
y una a una las guardaron,
para que fuerza en el viaje les dieran
y los llenaran de paz y resguardo.

Al fin el cuarzo poderoso,
al anhelo a la doncella le cumplió,
quedarse al lado del gitano,
hasta que terminara el corazón.
Y hacia la luna partieron,
el gitano y la princesa,
en una alfombra mágica,
unidos en alma y cuerpo
viviendo su amor eterno;
amaneciendo partieron
volando entre las estrellas,
tan brillantes y viejas
como este hermoso cuento.

Martha E Sánchez